...casi pierdo un indice por unos fideos...
Uno de los
lugares que más extraño que pero que no me gustaría volver, fue ahí donde
perfeccione la técnica de elaboración de pastas. La maquinaria y los elementos
con que contaba lo hacían el lugar idóneo para la experimentación desde un fideo
de espinaca hasta un raviolli relleno de dulce de calabaza, con su masa color
naranja obviamente. Pero también fue el lugar donde casi pierdo un índice por
unos fideos.
Mucho se
hablaba de ese restaurante-fábrica de pasta, que llego a ser uno de los lugares
de moda más trending de ese momento, estamos hablando de casi diez años de su desaparición.
Era una tratoria italiana con una decoración “adoc” pero con muy buena cocina y
lo mejor la fabricación de la pasta a la vista, todo eso se traducía en un
lugar excelente para ir a comer y tomarse una copa.
El lugar
constaba de dos plantas en la zona de arriba era el comedor, he decir que
contaba con elevador para su fácil acceso y unas escaleras de caracol que más
de dos veces me saco un susto, en la planta baja era donde todo sucedía, fabricación
de pasta, cocina, bar y recepción, en su parte exterior una de las terrazas más
bonitas y cómodas para estar que he conocido.
La gente podía
tanto sentarse y ordenar un platillo o pedirlo para llevar, ya en casos muy
particulares pedían la pasta fresca para prepararla en casa. Algo que llamaba
mucho mi atención es el alto consumo de raviolli en ese tiempo, había solo dos presentaciones;
con masa al huevo rellenos de carne y con masa de espinaca rellenos de ricota,
estos últimos los favoritos de Marciano (enanitos verdes), pero bien, el tema
de los ravioles traía a todos vueltos locos.
Quien me conoce
y recuerda ese delicioso platillo en
particular lo recuerda con añoranza, solo unos cuantos han podido disfrutarlos
posteriormente a esa época con la misma intensidad de pasión al elaborarlos así
como de sabores al disfrutarlos, mi
familia y unos amigos muy allegados es por eso que como dije, solo unos
cuantos.
Es por eso
que me llena de alegría poder compartir con ustedes en esta ocasión esta receta
que atesoro mucho y créanme que cuando digo que los van a disfrutar, es verdad,
siempre y cuando lo hagan con el corazón.
Receta.
½ kg sémola
2 tsp sal
2 huevos
150 ml de
agua aprox.
Procedimiento.-
En una cacerola se mezcla la sal posteriormente
los huevos y el agua que en su totalidad deben formar 250 ml de humedad total,
es decir, esta masa debe contener un 50% de humedad. En caso de no tener sémola
se puede sustituir por harina de trigo agregando un huevo más para darle mayor
consistencia, al final debe quedar una mezcla homogénea. Posteriormente se pasa
por el rodillo de maquina o manual dejando una tira de masa larga y delgada (de
al menos 3mm) para rellenar nuestros raviolli de lo que se guste o se tenga en
ese momento. Puede ser un relleno de carne molida condimentada o queso ricota
con espinacas.Salsa.- http://ivanmorghen.wixsite.com/abocadosbanquetes/single-post/2016/05/26/La-salsa-de-Tomate
http://ivanmorghen.wixsite.com/abocadosbanquetes/single-post/2017/09/07/Todo-por-unos-raviolli